La monarquia y El jueves

Esta semana andamos todos alborotados con este tema. Se ha debatido hasta la saciedad y como decía un tertuliano en la Cadena Ser, es una bicoca para los republicanos.

Es realmente encantador tener a gente tan poco sagaz en el mundo judicial, capaz de cometer errores de tal calibre. Aunque sólo fuera por esto, creo que ambos deberían replantearse seriamente sus carreras. Mucho se ha dicho, y yo me limitaré a no extenderme en algunos aspectos que no creo que necesiten más argumentos. Así pues creo que no vale la pena hablar del buen o mal gusto de la viñeta, ni de texto del bocadillo. Ni tampoco de si los jueces y fiscales Conde Pumpido y Del Olmo tienen razón en secuestrar la revista. Me limitaré a dar mi personal opinión, que no deja de ser eso, una simple opinión: A mi no me parece tan ofensiva la viñeta. Son personajes públicos. Y respecto al secuestro, un craso error. Que tomen las medidas que quieran, denuncia, encausa, pero es una solemne inutilidad secuestrar la revista, gracias a eso, he visto esa portada reproducida en docenas de sitios, gracias a eso esa viñeta ha dado la vuelta al mundo ya varias veces, gracias a eso esa viñeta ha alcanzado la eternidad… obvian comentarios.

Sin embargo, este asunto trae a colación unos temas muy interesantes.

El primero de ellos es que, en realidad, Felipe de Borbón es tan sólo el hijo de un rey. No es el rey (todavía), ni es el presidente del gobierno. Así que el asunto de salvaguarda de esa figura, la del heredero, queda realmente fuera de lugar, realmente lejos de aquellos sobre los que es normal que así sea, los que ejercen la dirección del estado. Si, cierto, la constitución reserva un lugar preferente a esa figura, pero entiendo que no es ni de lejos nadie que merezca que se hayan tomado esas medidas tan drásticas.

El segundo es todavía mucho más interesante de comentar. La monarquía es un sistema obsoleto y antidemocrático. Obsoleto porque parte de una premisa terrible. Aquellos que hoy día ejercen de reyes, son descendientes, en su mayoría, de gente que se impuso a otros ciudadanos, generalmente por la fuerza para mandar sobre el resto de seres humanos. Ellos han sido los que han conseguido, por ley, que si alguien se mofa de ellos, se les pueda perseguir. Todos aquellos que empezaron sus dinastías lo hicieron basándose en la fuerza, o lo heredaron de gente que así lo consiguió. Antidemocrático porque priva al resto de ciudadanos de alcanzar la jefatura del estado. En si, la monarquía representa la peor cara de la humanidad. Si todo esto es suficiente, dejar que alguien por nacimiento asuma unos deberes estatales, sin tener en cuenta su capacidad, su inteligencia, su sensibilidad y sobre todo el acuerdo del resto de ciudadanos me parece absolutamente demencial. Ejemplos tenemos suficientes en la historia que ponen los pelos de punta.

El asunto se parece un poco al tema religión y laicidad. La publicidad bien dirigida, el morbo y gente interesada han hecho que el pueblo piense que la Monarquía sea al menos algo deseable. Y no es así. Ni siquiera porque haya que agradecer algo al actual rey del estado español.

Sería deseable que en España hubiera un movimiento popular en pro de abolir la monarquía, abolir los títulos nobiliarios que se pasan de padres a hijos (conseguidos en general por servicio al rey) y dejar que aquellas personas que tengan la capacidad, la inteligencia y la sensibilidad necesarias, tras una consulta al pueblo asuman la tarea de representar al país.

La revista El Jueves pone de manifiesto precisamente esto. Tenemos una familia real que realmente no es necesaria. Ni siquiera me sirve que me digan que no gobierna y su papel es meramente representativo. Ni por esas.

A los jueces y fiscales Conde Pumpido y Del Olmo hay que agradecerles que hayan puesto este tema en el candelero. Es tiempo de pensar en todo ello, con tranquilidad. Creo que es tiempo de que los españoles se planteen cambiar de Monarquía a República.

© Ricard de la Casa – julio 2007.

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