INUNDACIÓN, de Stephen Baxter

por Ricard de la Casa

Cuando escribo estas líneas, se cumplen 25 años del desastre de Chernóbil (26 de abril de 1986)INUNDACIÓN, de Stephen Baxter, Fukushima sigue lanzando radioactividad al mar y a la atmósfera, Kioto languidece, el cambio climático es una realidad palpable (qué más da que el cambio sea algo normal en la vida del planeta o provocado por nosotros), los transgénicos han escapado al control humano y hasta la economía echa una mano para que el desastre ecológico sea imparable. Así pues, escribir una novela como Inundación y basarlo en la subida de los océanos, puede ser cualquier cosa menos descabellado y, hasta cierto punto, es una obra que refleja los tiempos que nos ha tocado vivir.

Indudablemente la teoría de los océanos escondidos que afloran roza lo inverosímil, pero Stephen Baxter lo utiliza, cuando se anuncia el apocalipsis, simplemente para especular sobre nuestro comportamiento, como especie en su conjunto y como individuos aislados. Paralelamente, no me parece mal que la narración pueda ayudar a tomar conciencia del peligroso camino que hemos tomado.

Como en muchas novelas y películas de desastres, asistimos al final del mundo (o de nuestro particular mundo) tal y como lo conocemos. Lammockson el propietario de la mega corporación Axys, sospecha que las aguas no se van a detener o volver a bajar. Es la misma intuición que le ha hecho dueño del conglomerado empresarial más poderoso del planeta. Así pues decide poner todos sus recursos humanos y financieros al servicio de un sólo objetivo: sobrevivir a la inundación creando una especie de arca de Noé autónoma, capaz de surcar los océanos del planeta de forma indefinida.

Baxter utiliza para navegar por sus páginas a una serie de personajes muy ligados entre sí y los va siguiendo desde su inicio en Barcelona hasta su final en la cima del Everest: Lily, Gary, John, Piers, Camden, el mismo Lammockson… La mayoría de ellos son un grupo de personas secuestradas por un grupo extremista hispano y que son liberados en el primer capítulo con la ayuda económica del magnate de Axys. Los lazos emocionales de los retenidos contra su voluntad, tras cinco años de duro cautiverio y sin saber lo que ocurre en el mundo, están definitivamente engarzados gracias a sus traumáticas vivencias. Al quedar en libertad deben enfrentarse a una nueva realidad: el mundo que conocían está en pleno proceso de cambio, el nivel del mar está subiendo y, aunque ellos aún no lo saben, seguirá haciéndolo durante décadas de forma imparable hasta convertir el planeta en un único océano. No solo deben adaptarse a una vida en libertad sino que también deben hacerlo a una vida que muta el relieve de las costas minuto a minuto, y a las amenazas y las urgencias que ello supone para la vida tal y como la conocemos.

Contrariamente a lo que pudiera desprenderse de lo antes escrito, este es un relato intimista que báscula entre la desesperación, la cruda realidad, el estoicismo y la esperanza. Con una hipérbole en sus primeras páginas que son, en sí mismo, el resumen de la novela completa. El mundo cambia para transformarse en un planeta completamente diferente, un empezar casi desde cero. Asistimos también a la muerte de nuestra civilización terrestre y también al nacimiento de una nueva era, y con ella de una nueva humanidad y las alteraciones que ello supone. Cuarenta años para ser testigos de cómo se extingue entre guerras, zarpazos, mordiscos, ambiciones, heroicidades y conformismo, una humanidad adaptada al suelo firme. Regresando (más bien intentándo adaptarse de forma forzada) a un mundo donde el agua es el único soporte vital.

Stephen Baxter con esta novela en la senda del mejor bestseller, consigue con un buen estilo, que no soltemos el libro hasta la palabra FIN. Logra también, en parte, someternos poco a poco a una estresante sensación de urgencia continua, eso lo consigue con unos capítulos cortos y en general intensos. Lenta pero inexorable el mundo cambia, las condiciones se modifican y nosotros, los humanos, intentamos adaptarnos. La novela nos muestra casi en detalle, las distintas formas de encarar el desastre dependiendo de cada uno de los personajes, el conflicto de intereses que la inundación produce, el cada vez menor espacio para una cada vez más amontonada humanidad. Aunque habría que matizar que la inundación se erige por derecho propio en el personaje principal de la novela, siendo los humanos que por ella circulan secundarios de lujo, están allí sobre todo, para trasladarnos lo que ven, lo que viven y lo que sienten.

Destacable, a lo Jack Vance (por su capacidad de construir unos escenarios sugerentes y vívidos), es la descripción y la visión de la inundación de Inglaterra, especialmente del Gran Londres, zona que Baxter debe de conocer al dedillo y que alcanza momentos de gran intensidad y realismo, casi podemos oler la humedad en el aire y sentir nuestros calcetines húmedos en los zapatos.

Stephen Baxter

En la novela hay dos partes diferenciadas. En la primera, se nos narra la historia del planeta, contemplamos el holocausto planetario, vemos como las grandes ciudades se sumergen irremediablemente a pesar de todos los esfuerzos. Eso le permite a Baxter un seguimiento exhaustivo de la misma inundación. En la segunda, con las principales zonas habitadas por los humanos anegadas, con unas costas irreconocibles, el autor se centra más en los conflictos de esa humanidad acorralada en las pequeñas islas que asoman en un mar que sube y sube de forma lenta pero implacable. La supervivencia del más fuerte, del que sabe prever o adaptarse a la nueva acuosa realidad, se hace ley. Con leves pinceladas describe cada una de las varias posibles soluciones y sugiere, aunque no lo muestra de forma concreta, que la única solución es abandonar el planeta.

Inundación comparte evidentes puntos de contacto con La tierra permanecede George R. Stewart, sobre todo en la manera de afrontar los hechos: La adaptabilidad humana, la flexibilidad y capacidad de superar todos los problemas. También, en la última parte del libro se hace mención expresa (pág. 435 Eclesiastés 1,4), a las palabras que inspiraron el título de la novela de Stewart y que imagino se incluyen en esta como homenaje a esa novela de hace 60 años. Muy poco o nada que ver, en cambio, tiene esta novela con El mundo sumergido de su compatriota Jim G. Ballard, aún utilizando los mismos escenarios (El gran Londres), ambas divergen completamente tanto en el planteamiento, las intenciones de los autores, así como en su desarrollo y desenlace.

Los momentos más poéticos de Inundación se producen en el último tramo de la novela, las últimas páginas, donde la dureza de la narración ha desaparecido, donde la implacable urgencia, dado que no hay nada que inundar, ya no existe. Donde el mundo que conocemos yace, muerto, en el fondo marino. Como en la novela de Stewart, una nueva armonía se instaura, estableciendo así otro paralelismo entre ambas novelas. Ese es el momento de la autentica transición a otro modelo de Gaia.

Hay muchos temas interesantes que se mencionan de pasada, porque en realidad es una novela y no un tratado científico, pero las consecuencias de tamaño cataclismo van mucho más allá de la humanidad. ¿Qué pasa con la desaparición casi absoluta de la cadena trófica terrestre? ¿Qué pasa con el oxígeno y el dióxido de carbono ahora que no hay masa forestal? ¿Qué pasa con la temperatura del aire, del agua y las tormentas? Los huracanes que se formen podrían no tener fin ¿Qué ocurre con la vida submarina ahora que apenas quedan zonas pelágicas? Un montón de curiosos interrogantes que el autor esboza, en algunos casos, con pequeños comentarios.

Como siempre La Factoría nos presenta un volumen muy legible, cuidado y con una portada muy sugerente. Hay que agradecer la inclusión de mapas de las zonas terrestres desde que empieza la inundación en 2016 hasta que el pico del Everest queda completamente sumergido en el 2052 y que sirven para hacernos una idea de cómo el mundo que conocemos va desapareciendo paulatinamente.

© 2011 Ricard de la Casa para BEM on Line

Contraportada

Las aguas se retiran y la economía empieza a recuperarse, pero en cuestión de dos años, Londres y Nueva York se verán sumergidas bajo el mar. El papa se dirigirá por última vez a los fieles desde el Vaticano; la Meca también desaparecerá bajo las olas.

El mundo se ahoga. Comienza una desesperada carrera por averiguar qué ocurre. El nivel de las aguas no deja de subir y la humanidad se retira a los puntos más altos del planeta. Comenzarán las guerras por ver quién domina las montañas.

¿Ha llegado el momento de que la humanidad luche por la supervivencia?

Sobre al autor

Stephen Baxter nació en Liverpool en 1957 y se licenció en matemáticas y en ingeniería. Desde 1995 se dedica plenamente a la escritura y destaca como uno de los autores más importantes del género. Es autor de casi una treintena de libros, entre ellos Las naves del tiempo (galardonada con los premios BSFA, Philip K. Dick y Campbell en lengua inglesa y premiada en España, Alemania, Bélgica y Japón) y La luz de otros días, El ojo del tiempo (ambas escritas en colaboración con Arthur C. Clarke) o Evolución, todas ellas en La Factoría de Ideas. Sus obras se han publicado en todo el mundo y han sido traducidas a más de una veintena de idiomas.

Titulo: Inundación (Flood; 2008).
Autor: Stephen Baxter
Traducción: Ainara Echániz Olaizola
Fecha de publicación: noviembre de 2010
Formato: 23 x 15 cm
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 448
PVP: 24,50 €.
ISBN: 978-84-9800-624-76
Edita: La Factoría de Ideas. Col. Solaris Ficción nº 144